Dependencia a su mirada, sentir un cálido abrazo y que al momento el mundo se haga nuestro. Que las horas se pasen como segundos cuando estamos juntos, que ya no tenga miedo a dormir sola porque aunque no estés, te siento cerca y eso me reconforta. Y esque me siento tan bien ... estoy enamorada de la sensación que tengo al despertarme cada mañana con una sonrisa imborrable, de la preocupación constante por sentir que sigue aquí, en este mismo instante, del temor a perderle cuando para mi no ha acabado ni el primer capítulo de nuestra historia interminable. Ya va llegando la hora de la despedida, pero recuerda, que en el adiós ya está la bienvenida. Disfruta al máximo que yo estaré aquí cuando vuelvas, esperándote con los brazos abiertos y una sonrisa bien puesta, con fuerza, con ganas de seguir este camino que día a día tú y yo construimos.
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